lunes, 17 de mayo de 2010

Carlos Patiño

“qué se puede hacer con el amor
qué se puede hacer si es cosa de él”
Silvio Rodriguez

I


ESTADO DE GRACIAS

“y aún no puedo abarcarte, sigues creciendo
como un fuego me destruyes,
me construyes, eres oscura como la luz”
Juan Gelman


II


DESGRACIAS

“un perro incomodado
se levanta de su baldosa en sombras”
Edgardo Artegoitía


III


SAUDADE


“esas mujeres opulentas y crueles
que destellan en su reino de humedades ardientes”
Enrique Molina

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Carlos Patiño

Nació en (1934), miembro del Grupo Barrilete. Debió radicarse en México en 1976 donde realizó una amplia tarea en el periodismo y en la cultura.

Dirigió talleres literarios de donde surgieron docenas de escritores de la mejor madera.

Premio Casa de las Américas, Cuba 1990.
Obras publicadas: Buenos Aires por la cabeza, Hombres de doce menos cuarto, Retratos, Jaque a la dama, Ceremonias (y otros desórdenes), Esquinas silenciosas, Murciélagos, Manuales del sobreviviente, Alrededores del enigma, Manantial en llamas, Selección poética 1975-2002, Buscados (pero no hay recompensa), Scalám.
En el 2004 fué publicada su novela La Pallamay (la indescifrable estrealla de los indios Quilmes).


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Realización Digital - ESTACION QUILMES -
Colaboración especial: María Marta Stanganello

Bahías no deseadas

“para qué si ya sé que es inútil mi afán
nunca, nunca vendrás”
Homero Manzi


Tal vez ahora
en que el maremoto de la pasión
descansa sobre alguna bahía atribulada y
necesariamente solitaria.
Tal vez ahora
cuando podemos mirar el ayer como si le hubiera ocurrido a otro.
Tal vez ahora
en que mi barco enfila hacia su ultimo puerto
y el tuyo comienza su travesía sobre mares furiosos
podremos entender
todo el fuego que fuimos
que ninguno buscó
que nació puede decirse de vertientes extrañas
como nacen las tormentas y los terremotos.

Fuimos
hojas de un vendaval
crispado
nervioso
que no podíamos detener
que no queríamos detener
un viento que arrancaba de las asaduras de la tierra
para brindarnos un privilegio que pocos alcanzan:
sentir/saber la vida en su estado mas salvaje y más puro.
Y yo sabia
que ese vendaval me llevaba hasta las puertas mismas del infierno
Siempre lo supe.

Puede decirse que es muy escaso precio por desandar tus pechos
galopar tus caderas
verte dormir apenas desnudada por una corta sabana
sentirme humedecido por tu risa/ beber de tus palabras
siempre sabias y limpias/
y gozar tus gemidos como música silbada por los dioses.
Dicen por ahí que un poco tarde para mí
o demasiado temprano para vos.
No hay quejas.
Mal poeta quien hace reproches a sus musas:
ellas son lo que son/tormentas/cataclismos/
que si uno tiene suerte te dan sus revolcones por la vida
y te enseñan caminos polvorientos/rojizos/
te vuelven a lo niño y hacen brotar un hombre diferente.

Ya fué

“ángel de la soledad
y de la desolación:
preso de tu ilusión
vas a bailar, vas a bailar.,.”
Jorge “el Indio” Solari


Cae una tarde mansa sobre los edificios
amenazando lluvias que hoy no
lloverán.
Ella Fitzgerald canta
Rhythm and romance/
ritma su vientre oscuro
ritma el viaje dolido de su sueño errabundo.
Miro por la ventana/espeja
un trozo de edificio
desvestido de gris y excoriaciones varias.
La cacique quilmeña Isabel Pallamay
/hembra del Gran Olor/
inventa su Martín en un ayer remoto:
my melancholic baby es
más anciano que Dios
el girar de los dulces abrazos

(ese reloj latiendo en la pantalla
me atormenta)

ahora Ella Fitzgerald
dice goodnight my love/
eso me dice/como si fueras vos.

Hay silencio de siglos
en esta habitación semivacía
que apenas si rasguña
el teclear de esa historia de dolor y de muerte
que quién sabe/sin vos/
no halle cómo acabar/Undecided
me acusa Ella Fitzgerald/
y el reloj aconseja que sosiegue latidos.

Algo/tipo revelación o profecía/
detona en mi cabeza/me exige
atar este momento con cadenas de plata
al sol que no se ve
a la lluvia que truena sus amagues:
oh, baby
acabo de enterarme
que otra tarde muy lejos escribiré estas cosas
oyendo a Ella Fitzgerald desde mi ayer errante/
que imploraré abrazado a la memoria oscura
de Isabel Pallamay
porque vos no vendrás a hundirte entre mis brazos/
que ya las dos y media
será una hora cualquiera/descarriada en relojes/
que el mundo frío y hostil habrá triunfado
sobre el frágil amor que nos amamos/
que miraré paredes que no tendrán ventanas
expeditas
a este loco edificio desvestido de gris
y que igual las veré
y miraré el reloj en la pantalla
diciéndome “ya viene”.
Saving myself for you.

Cuando gira su llave en la puerta dormida
una calma ambrosía calcifica mis huesos
porque ya sé que ella
colgará diligente su vestido de andar
se pondrá mi encantado
dragón en su isla roja
encenderá sus ojos
cabalgará en mis muslos
me besará la frente
esparcirá sus pechos entre mis labios hambre
derretirá un reloj que a quién le importa.
Y de un modo molesto
como feroz y tierno/supe
que ya no existe modo de disipar mañana
ese brebaje a ella que ella puso en mis venas.

Te aseguro: las paredes
de ese antiguo edificio
mientras estén alzadas
oirán a Ella Fitzgerald recordarme
All my life waiting for you
enjuiciarán
la manera en que tramo
la desdichada historia de Isabel Pallamay
escucharán gozosas vivirme en tus poemas
y esas viejas paredes
nos verán abrazados/desnudos niñamente/
eternos como dioses seductores del tiempo.

Duendes

Hay tan sólo una cuadra del amor al adiós.
No una cuadra cualquiera:
una cuadra repleta de duendes afligidos/alguno
extravagante/de pantalones verdes verticados de nieve/
que no lo pueden creer
que nos persiguen
se cuelgan de tu blusa/
alegan tumultuosos
en realidad virtual
los latidos aquellos las esperas traviesas
los éxtasis Nirvanas y alaridos
el roce de los dedos que encandilaba muros
el nervioso esperar ese día de noviembre
que tardaba y tardaba.
Los duendes – grandulones babiecas -
se echaron a llorar aglomerados
en el cordón de la vereda
gimiendo
“qué será de nosotros
nacidos de sus fuegos
vagando en esta cárcel de baldosas
ya para siempre nada”.

Señores duendes, es hora que lo asuman:
hay tan sólo una cuadra del amor al adiós.

Complicaciones

“Y mirá este pobre mozo cómo ha perdido el estado
amargado, pobre y flaco como perro de botón”
ESTEBAN CELEDONIO FLORES
(Viejo Smocking)

I

Es que yo no te extraño sólo a veces.
Siempre te extraño.
Cada vez que amanece.
Cada infinita noche.

Me desespera
advertir que el olor de tu piel
se va desvaneciendo
de la mía.
Me desespera
que dentro de unas horas ya no pueda encontrarlo/
que ni sábanas tenga que conserven tu olor
la huella de tu cuerpo
o el susurrar tu voz entredormida.
Tengo un lugar vacío/desolado/
entre hombro y cuello
que no sabe vivir sin tu cabeza.

¿Cómo puedo decirte
que yo no estoy hablando de los simples amores?
Porque amores habrás/todos habemos los dichosos amores
esos magnos prodigios en medio de la nada.
Pero estar con un otro como si estar consigo/
como si fuera asueto o recompensa/
ese saber al otro como se sabe el viento/
el mar/la luz/
sentirlo como huesos o latidos/
hablarse con ternura mientras la tarde muere/
vivir insensatez
/locura de estar juntos/
si no quedan más sitios
donde no puedan olerse
nuestros orgasmos/
eso va más allá de los amores/
le queda chico el traje/
es necesario
inventarle otro nombre/otro apellido.

Anduvimos
un millón de ansiedades para ser uno y otro
desafiando los vientos/las tormentas/los riscos/
el miedo y el escarnio
para ser uno y otro/
o quizás para ser únicamente.
Y zozobramos dos como gozamos uno
y luchamos de a dos como si fuera uno.
¿Dónde anclamos todo eso?

Eso es más que un amor y no se puede
extrañarlo nomás/como si habláramos
de una antigua fragancia de tilos callejeros
recordando mañanas de crayón y uniforme/
eso duele distinto:
duele como a la selva sus árboles tronchados
como suele dolerles a los mancos la mano que no tienen.

II

Perdimos la locura.
Perdimos la locura en algún punto opaco.
Ahora, sin embargo:
¿quién dice que es más sana, más sabia, más fructífera
la cordura doméstica
que esa locura mansa de tenernos
más allá de imposibles, convenciones y opuestos?

III

Es que dicen también que de la sensatez nunca se vuelve.
Que es cosa confortable ser juicioso.
Que uno se hace adicto.
Que sosiega los nervios
y nos deja afinados con Dios
o con el Diablo.
Es decir: uno sale sin practicar esquives laterales
ya no revisa espaldas ni controla
a quien otea sus pasos como lo hicimos tanto/
uno anda en paz/tranquilo/desahogado/pero
perdidos en corduras
jamás sucederá/otra vez/como antes/
cuando somos los dos y al cerrar de la puerta
apagábamos la hostilidad del mundo/
lo dejábamos fuera/adonde debe estar/
y alzábamos el nuestro/el verdadero/
jamás sucederá en ninguna otra parte
ese modo de hallarse desde adentro/
esa manera/nuestra/
de consumir las horas siendo hoguera/
sin pausa/sin descanso/centro del universo.


IV

¿Es culpable el poeta de ser eso, un poeta?
Es culpable sin duda de no sólo decir lo que otros callan
sino además de hacer lo que otros dicen
pero que jamás hacen:
los poetas
viven como poetas y no saben
vivir de otra manera.
Enojan al dinero/
son idóneos en sueños y desgracias/
desarmaron
antiguos sufrimientos y con sus ruinas
elevaron rampas directo al infinito
que no pueden tumbar sin deshacerse.

En ese sitio inmenso/sin puertos/sin fronteras/
en ese sitio inmenso
donde a nadie le piden documentos
bailamos nuestra danza de juglares/
danza que pocos bailan
porque hacen falta dos para bailarla
y es algo complicado hallar un otro
que viva los incendios de un poeta
(tal incendio consume
más que cualquier incendio)


V

Quise soltar tu mano.
Quise darle entidad a los opuestos.
Hacer lo que ellos mandan.
Ser a mi vez sensato y alejarme.
Elaborar mi duelo como ordenan los cánones
en casos como éste.
Pero no me dejaron los gritos/los aullidos rotundos
de cada pedacito de mi piel.
Me enviaban manifiestos en contra de soltarte
que amontonaron pilas más altas que el olvido.
Por eso me presento de nuevo ante los jueces
con más apelaciones/subterfugios/tramoyas/golpes bajos
y recursos de amparo.

No digas de olvidarte/
yo no puedo
ser cómplice de olvidos/yo no puedo
olvidar tus volcanes de poeta/
aunque vos los olvides
para no oír nombrar ni a Dostoievsky.
Si yo te vi crecer
llorar/cantar/romper/
treparte a mis abrazos como niña mimada/
hundirte en tus tinieblas de cara a la pared
y extenderme después/mucho después/
tu mano silenciosa para decirme estoy.
No digas de olvidarte. No se puede.

VI

Si no hallás la locura que te vuelva a mis besos
puedo morir de amor como murieron
esos bellos poetas de tisis moños negros
y tristezas gigantes.

Sí se muere de amor
sí que se muere.

Botella al mar

“Qué le habrán hecho mis manos
qué le habrán hecho”
Homero Expósito


Un sueño de caricias en mitad de la nada
recorre mi piel /la despedaza/
la convierte en feroz rompecabezas.
Cada trozo tiene tu nombre escrito de mil modos
y no pueden juntarse/nunca pueden.
Desde esa nada en donde los dejaste
tampoco nada esperan: ni una simple mirada
ni siquiera un saludo.
Pero ellos
revolotean aún
atados
a tu amor perdido en inciertos drenajes
y creen
que en alguna esquina de esa nada
/la nada puede también tener recodos/
alguna vez podrá forjar su nido
algo como añoranzas de traviesos orgasmos
o pequeñas caricias y charlas en las sombras
que desarbolen las naves heladas de tu furia.

Pero no es más que eso: el torrente te aleja
y yo estoy en la orilla
desnudo/solitario/vencido/
sin lograr impedir que la corriente
te lleve entre su espuma como si fueran garras.

Alguien soñó

No anduvo ni tu nombre
pero anoche
alguien soñó
arrastrarte por los cabellos
por todos los rincones de su sala
sólo porque sabe que te amo/siempre/
aunque no se lo haya dicho

- ella lo lee en mi piel -

y allá vas
remolcada por las furias de las hembras celosas
dando topetazos contra las paredes
gruñendo tu animal
olvidado
a las diez de la noche
en el Metro que baja a los infiernos

(ambos sabemos:
ya nunca volverá a gruñir de esa manera)

Escucha: un bandoneón frasea su queja.
Entristecen los demonios
de la dulce lujuria.

Damas y caballeros

“Ellos/Los otros... no perdonan”
María del Carmen Colombo

¿Quién me alivia esta fisura hendida en mis entrañas?
¿ Los señores que pervierten el mundo con sus negocios sucios
y después surgen amenazantes y ofendidos
porque un amor escapó de su jaula?
¿Las señoras que se conmueven con las telenovelas
pero en la realidad condenan a la mujer de carne y piel
que lloraron personaje ante las pantallas?
¿Los jóvenes que juegan a la libertad en sus propias veredas
pero entrerrejan al diferente que osa
ejercer esas libertades que pregonan
de la boca hacia el viento?

Nunca digas te lo dije pero te lo dije:
saldrán de todas cuevas
hordas de envidiosos/moralistas/hipócritas/
a destruir sin piedad
aquello que lastima sus vidas
hace mucho acabadas en desvíos sin emoción alguna/
o matadas antes de comenzar.

Nunca digas te lo dije pero te lo dije:
los ojos de los otros se nublarán al vernos
verán lo que sus torvas cabezas les amparan
mentirán todo vicio que no complete el cuadro
crucificarán a aquellos que se hayan atrevido
(maten al distinto)

evacuarán a quienes todavía tengan sangre en sus venas
y los arrojarán felices a la mitad del río:
ellos gustan dormirse enclaustrando debajo de su almohada
corazones sangrantes.
Así ha sido siempre y lo seguirá siendo
porque
del niño del comienzo hemos adultizado el narcisismo.
Otro mundo sería/respirable y abierto/
si hubiéramos adultizado la inocencia (la nuestra, manantial).
Mirá en tu derredor:
todos trituran/orgullosos y expertos/
algún trozo de prójimo en sus fauces.
Se sientan en sillones repujados
con la piel del más débil.

Viejo/niño Walt Whitman:
no han entendido nada de tu pellejo exhausto
respirando la hierba/ellos
no valen ni siquiera una hebra canosa
de tu vello púbico.

Nunca digas te lo dije pero te lo dije:
y te dije también: sólo tu amor nos salvará.

Tiempos

“sálvame de la oscuridad”
Nicanor Parra



¿Por qué ella está inmóvil
con los cerros sesteando a sus espaldas?
Inmóvil
no me extiende sus brazos
no me dice te amo/
inmóvil
desde un paisaje azul/
atascada en ese tiempo azul.

La llamo y no responde.
La nombro y no me nombra.
El tiempo es enemigo de mi avidez/
la guarda interrumpida con un marco de cerros
todo el sol en su piel.

Cualquiera puede ver
cómo mi amor la enciende con su halo
más potente que el sol
más azul que ese mar.

¿No es eso suficiente
para hacer que se mueva?
¿No es eso suficiente
para hincar cualquier tiempo
para poner de espaldas los relojes
y seguir
seguir nuestro paseo/ahora/ya/
como si nada?.

Desgajaste mi camisa de amar

Desgajaste mi camisa de amar
la convertiste en trapo
en bagatela.
Ya no puedo ponérmela
siquiera de entrecasa.
Porque sí
/hembra de los caprichos/
te llevaste mi vida
deshiciste mi piel
y todo aquello que tenía dibujado:
tus pechos/tu risa/tus gemidos/
la brasa calcinante de nuestros cuerpos juntos
/que ni a palos se borra/
mi pequeña ternura

todo eso
lo convertiste en trapo también
en bagatela/
me dejaste sin cuerpo y sin mañanas.

Llevo un peso innombrable
con tu recuerdo a cuestas.

Congelaciones

“¿Habré de erguirme sobre la tierra?
¿Cuál es mi destino?
Yo soy menesteroso
mi corazón padece.”

Príncipe Netzahualcóyotl


Tengo el mundo entero
desarmado
caído a mis pies.
Una araña huye
ligera
por entre el polvo/
ignora
que ya no tiene adónde ir/
tampoco yo/
las estrellas se disparan en el firmamento/
los edificios flotan como si fueran globos/
se marchan en silencio
piso por piso.

Giro lentamente dibujando en el aire seco y polvoso
piernas brazos desplegados
fantasía de Da Vinci.
Está oscuro/
ese punto ceniza que flota en el espacio
alguna vez fue el sol/
el silencio me aplasta los oídos/
soy delgado y fino como una hoja de aluminio
y floto
en círculos
siguiendo a la araña al sol a las estrellas
en éste
el último
final:
todo devino eternidad.

Aúllo/desde el lugar más hondo
en donde pueden pertrecharse bramidos/
cómo no aullar así/si
aún veo su silueta perdiéndose entre los árboles del parque
y ni siquiera agitará su mano para el postrer adiós.

Ultimas horas del amor

“Si quieres refriega entre tus manos
lágrimas de piedra”
- DALINA ALONSO -



Perros salvajes riñen en la hondonada
aquella en que gimieron los amantes.
Música de bailanta perfora las paredes/
hace frío/ya casi amaga el día/
roja una alfombra triste murmura nuestros pasos.

Refugios

Este lugar en llamas es nuestro territorio
que no tiene horizonte/por eso
los demás no lo ven/
ven sus contornos
su fantasma/su cáscara/
ellos hablan del humo
pero no ven el fuego.
Hay que saber arder
para encontrarlo. Y no cualquiera arde
fuegos como los nuestros.

Ya lo sabrás mañana
cuando busques a tientas.

Reglamento un-o...

Ellos están allí / siempre estarán
atentos
vigilantes.
Ellos/los guardianes del sexo/
hurgan bajo las faldas
olfatean pantalones
palpan de orgasmos
establecen
lo que debe gozarse/
es decir
lo que ellos no gozan
o lo gozan pero no
debe trascender
o aquello que desean pero no
se atreven.

Y en los huecos desnudos de
sus noches sin atreverse/ viven
frente al televisor/
amores delirantes/transgresores/
ro-mán-ti-quí-si-mos
que las-los hacen llorar
mientras comen despacio un chocolate
y sufren con las cuotas del auto.

Made in

Ella es del material de eternidad
con que se forjan los dioses
y las putas.

Entre sus piernas
encubre su guarida el infinito.
Su ser es una alquimia de cenizas volcánicas
preguntas desgarradas/plegarias / especias milenarias
y de ese algo especial que encinta los tumultos.
Suele cruzar las noches como estrella fugaz
para que cualquier hombre la sueñe en tres deseos.

Ella es puerta vaivén
cielos/infiernos
infiernos/cielos
Nunca podrá evitarlo
porque ella/


ella es del material de eternidad
con que se forjan los dioses
las putas

y las musas.

Grietas

Grietas/algunas
son huellas del calor
otras del frío/entonces uno trepa
calafatea
permite a su sonrisa
andar tranquila y dulce.

Grietas/algunas entre horrores/
rajas de terremotos
inundaciones
vendavales tormentas huracanes/
entonces uno
se sube a una escalera
las examina hurgando con los dedos
sacude la cabeza
piensa en Dios
o no piensa
penetra a la cocina
toma pan y se va
chapaleando entre el barro de la enorme desgracia.

Grietas/algunas
suelen ser muy pequeñas
no vienen de cataclismo alguno
y de pronto se ensanchan
derrumbando la casa.

Excesos

“Esta manera de nombrar a mansalva una pasión”
-VICTORIO PICONE-


Hay mucha gente enojada conmigo
porque ensucio con migajas de amor los escritorios/
yo los entiendo/pero/
imposible medirme con tanto amor que cargo/
se me escapa/
se escapa de mis libros/salta de mis bolsillos/
me aparece detrás de las orejas
desborda por el piso
y los demás tropiezan y se enojan
porque saben que esa cosa extraña y pegajosa cayó de mí.
Y hay otros que me miran dos veces
intrigados porque en su primera mirada les pareció advertir
algo así como un halo en mi derredor/un sobreimpreso/
como una mala copia de la imprenta:
otra vez este amor /saliéndose/
como leche que hierve.
Las personas se ponen muy nerviosas con todo esto.
Hay quien ya no me habla
quien reniega de mí quien dice
pero mire qué enchastre deja por todas partes/
y yo insisto: se trata de este amor
que salta de mi piel como si fuera lluvia
y (ya es el colmo)
me hace andar por las calles con un minúsculo
arcoiris sobre la cabeza
para que todos me miren, cuchicheen y no entiendan
cómo anda este señor
así
sin el menor respeto
por nuestra rancia estirpe melancólica.

Asociaciones lícitas

“Yo la respiro”
- Juan José Folguerá -

Sucede que uno mira del ojo para allá
y allá la realidad – o eso que así le dicen –
es el magno escenario en donde estás/
en donde está tu piel/tus manos/tu sonrisa/
tu voz/la hoguera de tus ojos/
tu modo decisivo/rotundo/de ser una mujer:
algo que transfunde de a poco entre mi sangre
un glóbulo especial que contiene tu esencia.
Entonces uno mira y todo cuanto mira
se ha teñido de vos.
Y el milagro es que uno
nada más por amarte
sólo por vos mujer delante de mi vista
termina por creer que uno es también
eso que mira: tu piel/tus manos/tu sonrisa/
tu voz/la hoguera de tus ojos/tu poesía/
turbulencia de vida que mezclaste a mi propia turbulencia.
Es cuando el mundo cambia/ incorpora
una pócima exótica
que te agrega y me agrega.

Por eso algunas veces me doy vuelta
cuando escucho nombrarte.
Es que también me nombran
cuando dicen tu nombre.

Sonrisa delirante

“Tengo las manos llenas de eternos soles”
-Amalia Mabel Sttricker-


Por las calles desnudas/congelado/
cual milenario trasgo que olvidó su guarida
y no atina el camino del regreso/voy/
enceguecido detrás de tus enigmas
creyendo que en ellos se esconde el gran secreto
que me hará cometer algo así como una sonrisa delirante
que dejaré en el cosmos/
sin sonido/
sin labios/
y permanecerá
en el aire sin tiempo
desnudada de mí/de todo mí/
cuando ya mis huesos/tus caderas/los relojes
el dolor/la injusticia
sean un trazo marchito disuelto en las galaxias.

Los profesionales

LOS PROFESIONALES

“Cuando mastiques el polvo de los frágiles
y sepas callarte ante ellos para aprender...”
-Ezequiel García-

Ciertos profesionales de la mente suelen decir a veces
en especial cuando no saben dónde poner sus etiquetas
que alcohólicos y putas gustan hacer pactos secretos
para confundirlos/pero
olvidan - por ejemplo-
que algún alcohólico puede tener una uña encarnada
doliendo lo suficiente como para analizar
seriamente
lo caprichoso de la existencia humana
o qué cosa esta cosa de la expiación a través del dolor/
entonces
ya no podemos seriamente rotularlo de alcohólico
sino también de lastimero y meditador ocasional/digamos/
y alguna puta
puede haber recibido una buena noticia:
que algún hermano suyo
el más vago de todos
culminó felizmente el curso de computación
por correspondencia.
Entonces tampoco podemos decir seriamente
que esa puta es una
puta
sino además o en cambio o al desgaire
una hermana contenta/
y cómo hacemos
para que esto quepa en la etiqueta/
pese a todo
algunos profesionales de la salud mental
se afanan por descampar un lugar en el mundo
en donde alcohólicos y putas dejen de ser eso que son
y se conviertan en buenos ciudadanos.
Estos profesionales son muy profesionales y sostienen
que alcohólicos y putas no tienen amor serio/
que usan alguno de segunda mano
por piezas muy modestas que no son de buen tono/
o tienen/tengan/un amor rodeado de pantanos
máquinas traqueteando o
refugios transitorios en árboles huecos que ellos deliran.

En todo caso
alcohólicos y putas
dejan exhaustas a las madrugadas
porque se acuestan con olor a tinta
a madera quemada
a manicomios sórdidos
a millones de orgasmos
y duermen en paz uno en el otro
mientras ciertos profesionales de la mente
siguen paleando pozos ciegos como mensuales tristes.

Jugarretas

1)

Rafael habría elegido tu sonrisa.
Habría puesto en tu pelo una rosa dormida
dibujando tus manos casi como al descuido
sobre una falda ardiente.
Rafael
habría agregado una cinta a tu blusa
expectando tus pechos asombrosos.
Tus ojos ascua oscura incendiarían museos.
Tu pelo casi viento desbordaría del cuadro:
tenue estarías, eterna, sobre un manto escarlata.

2)

Tus caderas habrían enloquecido
más
al ya muy loco violín de Paganini:
vivirías musical y todavía
se hablaría del vaivén de tu andar
hecho escalas ansiosas, fugas inconcebibles
envuelta en los arpegios del delirante genio
de los dedos diabólicos.

3)

Esa sonrisa tuya, la especial:
¿acaso es el producto de un incendio
en mitad de tu cuerpo?
Esa sonrisa tuya, la especial:
¿puede ser que aparezca
cuando encienden tu sangre dioses ebrios?

Esa sonrisa tuya es una incitación a la lujuria/
un general al mando de un ejército raro
como de vida hirviente.

4)

Si hubieras vivido en aquel viejo Hollywood
seguro habrías tenido tu Rolls Roice/
arrastrado largos mantos de armiño/
diluvios de champaña cayendo en tu bañera/sin embargo
tu dulce corazón y esta pampa de estrellas te hicieron jugarretas y
elegiste dormir en las pequeñas camas de los viejos hoteles,
regalarme tus hombros para salvar mi vida.
Raro destino el nuestro en un mundo perdido.

Nostalgia de tu pelo casi viento
olvidando una rosa tenue por Rafael/
el turbional andar de tus caderas sin arpegios diabólicos/
(ni hablemos del Rolls Roice)

qué puede hacerse/
las sirenas nos buscan aulladoras
en todas las esquinas/
por eso esta noche dormiremos
apretados muy juntos:
el mundo está perdido y al fin
ya somos nuestros.

Nos

Mis manos no son manos si no tocan tu cuerpo
mis labios no son labios si no tienen los tuyos/
amanezco sin mí/tan perdido de vos
que te escarbo en los restos del silencio.
Y ya sé que tus manos nos buscan en tu cuerpo
te acarician como si fuera yo.
Tus manos/nuestras manos/
no hallan a veces su cuerpo al que crecer/
y en este caso extremo
el mundo gira loco sobre un eje siniestro.

Tumulto

“De estas aguas no beben las bestias del olvido”
- OLGA OROZCO -


Nunca sabremos realmente si los gigantosaurios
existieron/pero debemos sospechar
que hubo algún tiempo en el cual rugían las
manadas o columnas de bestias
enormes raras/porque de dónde sino sacaríamos
estos alaridos
que te/me/nos sacuden hasta desmoronarnos/estos
manantiales que nos riegan por dentro y por
fuera/estos fieros embates
hendiendo cada gruta exquisita de tu
cuerpo/esa manera tierna de cobijar mi sexo
entre tus fauces
sin destrozarlo.
Incansables somos hasta
la desmesura/hasta abatirnos
sobre nosotros mismos como si muriéramos.

En verdad/
nunca sabremos con certeza si los gigantosaurios y
demás bestias enormes y ruidosas
existieron/pero
de haberlo hecho/
seguramente acostumbraban amarse
casi con tanto escándalo
como nosotros.

En sueños

Tus pechos contienen la turgencia de los pechos
de todas las vestales y de todas las diosas
que uno haya visto/entrevisto/soñado/imaginado/
alucinado/sospechado/delirado
en mesas de café
en esas noches serias y solemnes
de enumerar
imposibilidades.

Y el valle entre tus pechos es valle de milagros
desfiladero terso
reserva de jazmines.

Abordaje

“Que no sea Dios;
que seamos nosotros
los reyes del naufragio”
-Germán Carbajal-

Inevitable descubrir que en último caso
somos dos náufragos
bogando cada uno en su botecito/
empapados/resignados/
mirando los demás botes capear la tormenta de vivir
con movimientos algo nerviosos/ojos inestables/
volcando a cada rato entre gritos y aullidos.

Nosotros bogamos no tanto preocupados por el viaje común
(a nadie sabe dónde y a casi nadie importa)
tampoco por el vuelco
sino por el raro color del agua o los dibujos que formaban
las nubes/esas cosas que a muy pocos inquietan.

Y claro que volcábamos como cualquiera/pero sin gritos/
sabiendo inevitable
chapucear esas aguas
porque desde muy niños debimos usar ropa amarilla
de naufragio

(antes de que/entrada en emergencia/
fundaras un incendio en cada cenicero/
antes de que tus ojos
comenzaran a relampaguear/
antes de que
me esperaras sedienta
aquella noche bienaventurada)

mientras Ellos ni siquiera sabían
el color de las olas.
Entonces era también inevitable
que nuestros botes rolaran en el oleaje
nos viéramos y
creyéramos entendernos algún mensaje oculto/
extravagante/como que merecía ser descifrado.

Por eso atamos lado a lado los botes/para entender/
(cuando asombrados descubrimos que sí podían atarse)
y bogamos ya entre un oleaje que se ha hecho más fuerte
- porque dos botes suman
corazones sedientos
y eso pesa un montón -
pero también tenemos más
tonelaje/más estabilidad/
y alcanzamos picos de olas que antes no/
y vamos hacia arrecifes que antes no/
y unimos nuestras manos heladas que antes no/
llevando nuestros botecitos con cierta placidez
hay que reconocerlo
aunque siempre enfundados
en nuestro traje amarillo de
náufragos.

Olorrio

El aroma a tu orgasmo se ha soldado a mi piel/
el aroma a tu orgasmo me protege de espantos y anatemas/
ando bien por ahí olfateando mis células
con aroma a tu orgasmo/las baldosas me gritan
desde aquí se olfatea el olor de su piel
desde aquí se olfatean los orgasmos de ella/
y yo les digo:
vivan de estos olores de la vida
vivan si pueden de gemidos y besos/tristonas
baldositas de piedra y de cemento sin olores a orgasmo

ella
danzará entre mis dedos como constelaciones.

Termitas

“Quiero vibrar
no importa que me mate”
- MARINA MADSEN -


Necesito colmar mi sed de vos/
necesito agotarte hasta que seas como mi propia piel
y estés conmigo en todas partes/si no lo hago
este corazón mío estallará
estos ojos míos huirán de sus órbitas
mis brazos se descolumnarán
mi cuerpo se hará añicos
y deberá ser recogido con una palita.
No puede ser que muera esta ansiedad terrible,
este no estar en mí cuando no estoy con vos.

Nos despedimos.
Tu silueta ni dio vuelta la esquina y ya te extraño
ya las termitas salen a devorar mi estómago
ya me parece que hace doscientos siglos que no rozo tu cuello
ya mis piernas emprenden el camino para volver a verte.

Y me surgen dolores en el pecho
se me abren las heridas
hago noche cerrada y es de día
hurgo entre mis monedas como mono de circo/
pero no hay caso:
no existe el reemplazarte cuando no estás conmigo.

Supongo que esto es grave/terminal/sin remedio.

Decires

Ya no puedo decirte que
te amo
sin que digas te amo
como un eco.
Ya no puedes decirme que
me amas
sin que diga te amo
como un eco.

Ya no.

Tontó

“Un perro incomodado
se levanta de su baldosa en sombra”
- Orlando Edgardo Artegoitía -


Ellos/todos los días/me inventan
mañanas que no te contienen/
ellos suponen que así viviría en la vida real/
que yo sería más real /sin vos.
Por ejemplo
sin tu dedo recorriendo despacio el dorso de mi mano
tratando de calmarme algún temor idiota
de esos que elaboro a torrentes cuando no estás conmigo.

Ellos son un ejército allá afuera esperando
que asome nuestro amor su ternura
para hacerla pedazos/poseen
aviones de despegue vertical/
colosales libracos de derecho/reglamentos varios
con señaladores rojos en los sitios en donde los violamos
(se dice que son muchos estos señaladores)
morales por arrobas/
millones de grititos escandalizados y manos en la cara/
granadas y bazookas de todos los calibres/
y órdenes de aniquilamiento
selladas y firmadas por todas las ligas de padres de familia
tías de familia
abuelos de familia y hasta parientes advenedizos y/o
dudosos
pero bien dispuestos
a despedazarnos en nombre de ya sabemos qué.

Ellos/todos los días/
exigen respeto a las estructuras jerárquicas/
a las antigüedades escalafonarias/
y yo
fatigo madrugadas deshaciendo embrujos
sonriendo ante esa foto en donde estás buscando el infinito
y siento
tu dedo
recorrerme despacio el dorso de la mano
aplacando terrores.


( Nota: Tontó es porque así era la inflexión de su voz cuando lo decía. No decía “tonto”
sino TONTÓ)

Círculo segundo

“Las sombras mil por el amor heridas
que dejaron su vida en sus ardores”
- DANTE ALIGHIERI –

Sí amor tras la
ventana está ese
mundo adverso que
nos devora y existe
sólo para impedirnos
estar juntos ahora sí
amor tras la ventana
está la otra cara del
aire la cara fría y sosa
del aire mientras aquí
tus pechos
encendidos apuntan
hacia el cuarto piso
de un edificio en
construcción que tal
vez muy pronto
albergue a montones
de enemigos
mientras de este lado
de la ventana está tu
piel tan húmeda tus
piernas exaltadas tus
muslos entreabiertos
tan llenos de alegrías
mientras sentís
llegarme mientras el
claroscuro del
crepúsculo diluye tus
espasmos los
incendia desde los
espejos entre bramar
quejidos muy propios
en tales
circunstancias sí
amor ellos ignoran
estas húmedas
grutas atareados
como están
afaenados como
están en mucho de
aquellas cosas que
también a nosotros
roba nuestro
precioso tiempo pero
no hoy pero no ahora
en que te agitas
vibras y acaso tu
alarido rebase la
ventana y diríase que
asoman tus cabellos
al aire hostil de
afuera aferrada al
alféizar honrando
todos los lugares de
profundidades
alucinadas que
encontremos
aferrada al placer ese
dulce placer que
viene y viene y dice
que esta vez por
fortuna hemos atado
al imbatible tiempo
a la imbatible curva de
tu espalda.

Parlamento secreto

“Estos huesos brillando en la noche
estas palabras como piedras preciosas”
- Alejandra Pizarnik -


Ardillas ojeras diminutas
nuestras palabras juntas ruedan desdel
fondo del pecho
abren
desnudan
mundos
casi siempre
cerrados al ajeno
airean
caminos recoletos
andados cada quien por su lado
cuando ni vos ni yo somos ni éramos.

Estamos
al mando de la noche
cuando la luz es tenue y nubla los
entornos
asordina las voces
escurre la memoria.

A veces nuestros dedos tienden a endurecerse
cuando cruzan la bruma de ayeres ordinarios
y acuden
terrores y desdichas
dolores y secretos
musitados
dolidos
ocultos
en cajas de zapatos
doble vuelta de amarra.

Y soltamos también a cabalgar estrellas
nuestro mismo lenguaje
vagabundo en creaciones:
ese único mundo disponible
para hacer un nosotros.

En esta opaca luz
todo se ha dado vuelta:
en lugar de no vernos
cada palabra más
brillamos uno al otro
cada palabra
como ardillas ojeras diminutas.

Que así sea

“...y jugamos a fraguar nuevamente el Edén
con la misma remota semilla de los tiempos”
- Roberto Díaz -


Hoy es un día glorioso/hoy
temblarán muchos árboles y camas y edificios/
habrá alertas difusos en algunos sismógrafos
de esta parte del mundo/hoy
las yemas de mis dedos desmayarán mil veces:
ya mi cuerpo (los nervios) se está probando pieles/
es que hoy
me deslizaré por tus montañas y tus
precipicios/hoy
me nutrirá tu cuello por lo menos veinticinco minutos
sólo para empezar/hoy
te dejaré gatear por mis entrañas y hasta podés bailar
sobre mis presunciones/hoy
dejaremos que escapen los galgos del placer
y hasta tal vez permitas que te abone a mis sueños/
hoy
cuando la sed me pueda/
abrevaré
en el manantial ígneo
que nace entre tus piernas.

Hoy es un día glorioso. Amén.

Xenón

Ese tigre trepado a mi cabeza
danza junto a mis sienes con tambores /ese tigre
tiene cuerpo de hembra y es millonario en fuego/
riega huesos sedientos y abre surcos/caminos/sendas/
va entre enormes arcadas
arrastrando los restos de mi pena/
mi propio cuerpo se deshace en júbilos/coloquios/
te acordás sufrimientos
cuando un tigre se trepa a tu cabeza/

y sí, me acuerdo/
quiero decir /se sufre pero
tigres
indómitos felinos de la muerte/
obligan a viajar con ojos de poeta.

Crearse

Juntos podríamos rediscutir los puntos cardinales/
inicialar los astros para calcularlos cuando esté nublado/
manipular atracciones magnéticas perplejeando a los barcos/
escalar nuestras mutuas soledades hasta que se harten/pero
nunca deberíamos dejar de acariciarnos: eso trae mala suerte
anuncia maremotos tormentas tal vez el fin del mundo.
Pasear por nuestra piel cada mañana/por el contrario/
estimula regresos del verano
sincroniza el rumor del universo
queda gracioso para fotografiarnos
unifica los templos de viejas religiones olvidadas
embadurna de amor hasta las páginas de la guía telefónica
rotando después hacia el cuadrante Nirvana Uno
olvidados del cuerpo/mirada allá a lo lejos.
Besemos nuestros pies aunque se enoje el mundo/
organicemos viajes a todos los orgasmos conocidos
resucitados/desconocidos/inexistentes/pero quién sabe/
¿dónde está la cueva de los imposibles?/
ornemos nuestras pieles con las pieles nosotros
nazcamos esta tarde cuando todo es bullicio.

Muchacha saya multicolor

“digo que hay alas que hacen volar su corazón
y que un pájaro late ahí en su pecho”
- Eduardo Langagne -


Cuerpo en hoguera
opulento
silbado
acechado
deseado
cuerpo puerto
cuerpo despertador
cuerpo para olvidar formalmente la beatitud
cuerpo de tararear marchas nupciales
óperas
conciertos
sonatas
/extensos repertorios de baladas obscenas
en cantinas mugrientas con marineros ebrios/
cuerpo de celebrar con dos guitarras
clavecines
timbales
maracas
saxofones
cuerpo para alegrar el poema más triste
cuerpo para oficiar diversos ritos
- todos fecundos –
cuerpo labrado por dioses festivos cuando andaban de buenas
cuerpo para danzar en su contorno
cuerpo para matar a cualquier muerte
y aventar por las cloacas la untuosa soledad.