lunes, 17 de mayo de 2010

Ya fué

“ángel de la soledad
y de la desolación:
preso de tu ilusión
vas a bailar, vas a bailar.,.”
Jorge “el Indio” Solari


Cae una tarde mansa sobre los edificios
amenazando lluvias que hoy no
lloverán.
Ella Fitzgerald canta
Rhythm and romance/
ritma su vientre oscuro
ritma el viaje dolido de su sueño errabundo.
Miro por la ventana/espeja
un trozo de edificio
desvestido de gris y excoriaciones varias.
La cacique quilmeña Isabel Pallamay
/hembra del Gran Olor/
inventa su Martín en un ayer remoto:
my melancholic baby es
más anciano que Dios
el girar de los dulces abrazos

(ese reloj latiendo en la pantalla
me atormenta)

ahora Ella Fitzgerald
dice goodnight my love/
eso me dice/como si fueras vos.

Hay silencio de siglos
en esta habitación semivacía
que apenas si rasguña
el teclear de esa historia de dolor y de muerte
que quién sabe/sin vos/
no halle cómo acabar/Undecided
me acusa Ella Fitzgerald/
y el reloj aconseja que sosiegue latidos.

Algo/tipo revelación o profecía/
detona en mi cabeza/me exige
atar este momento con cadenas de plata
al sol que no se ve
a la lluvia que truena sus amagues:
oh, baby
acabo de enterarme
que otra tarde muy lejos escribiré estas cosas
oyendo a Ella Fitzgerald desde mi ayer errante/
que imploraré abrazado a la memoria oscura
de Isabel Pallamay
porque vos no vendrás a hundirte entre mis brazos/
que ya las dos y media
será una hora cualquiera/descarriada en relojes/
que el mundo frío y hostil habrá triunfado
sobre el frágil amor que nos amamos/
que miraré paredes que no tendrán ventanas
expeditas
a este loco edificio desvestido de gris
y que igual las veré
y miraré el reloj en la pantalla
diciéndome “ya viene”.
Saving myself for you.

Cuando gira su llave en la puerta dormida
una calma ambrosía calcifica mis huesos
porque ya sé que ella
colgará diligente su vestido de andar
se pondrá mi encantado
dragón en su isla roja
encenderá sus ojos
cabalgará en mis muslos
me besará la frente
esparcirá sus pechos entre mis labios hambre
derretirá un reloj que a quién le importa.
Y de un modo molesto
como feroz y tierno/supe
que ya no existe modo de disipar mañana
ese brebaje a ella que ella puso en mis venas.

Te aseguro: las paredes
de ese antiguo edificio
mientras estén alzadas
oirán a Ella Fitzgerald recordarme
All my life waiting for you
enjuiciarán
la manera en que tramo
la desdichada historia de Isabel Pallamay
escucharán gozosas vivirme en tus poemas
y esas viejas paredes
nos verán abrazados/desnudos niñamente/
eternos como dioses seductores del tiempo.

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